Adriana Amado: “La palabra que más aparece luego de la elección es sorpresa, me pregunto si es sorpresa o es una gran incomprensión de estos fenómenos”.

Este lunes 23 de octubre Comunicación Pública participó de la mesa de Análisis Electoral Argentina, ¿y ahora qué? , organizada por Diálogo político y la Fundación Konrad Adenauer.

El consultor político Carlos Fara, y la periodista, escritora y doctora en ciencias sociales, Adriana Amado, fueron los encargados de brindar sus miradas en torno a los resultados electorales del domingo 22 de octubre, moderados por el periodista uruguayo Gabriel Pastor.

Luego del análisis político de Fara, Amado fue la encargada de plantear su visión sobre los aprendizajes que desde el punto comunicacional dejó la elección.

Durante su disertación Amado destacó:  

“No pasó en Argentina nada que no haya pasado ya en otras elecciones muy cercanas, como la elección en Brasil que consagró a Bolsonaro o la elección de Trump, donde la palabra que más aparece luego de la elección es sorpresa”. 

“Me permito preguntar si es sorpresa o es una gran incomprensión de estos fenómenos. Creo que muchos analistas, muchas personalidades en los medios de comunicación y muchos dirigentes políticos prefieren tener la razón antes que saber lo que pasa. Y en ese que no querer saber lo que pasa también  es que se aceptan por válidas encuestas que todos sospechamos que no son del todo precisas”. 

“Estamos midiendo la temperatura a un enfermo crónico, sabiendo que el termómetro está roto, e igual le seguimos poniendo el termómetro, y decimos:  no tiene fiebre, está bien, sigamos adelante. Pero el enfermo está en estado crítico”. 

“Ese enfermo bien podría ser la democracia, porque las opciones que finalmente resultaron son un tanto limitadas. Ninguno de los partidos, excepto La Libertad Avanza, interpretó esa necesidad de cambio político. Todos los partidos tenían capacidad de presentar un candidato disruptivo. Todos tenían la oportunidad de presentar una propuesta electoral que le compitiera dentro de ese posicionamiento de “yo no soy la política”, pero cuatro de las cinco fuerzas que finalmente llegaron a la elección general insistieron en la política súper tradicional”. 

“Entonces el votante que sí quería continuidad y política tradicional y mantener su status quo, el votante más conservador votó al candidato más conservador: el candidato que hace 20 años, más o menos, viene circulando por los distintos gobiernos”. 

Yo no hablaría de peronismo. Eso también es una osadía de parte de mucha prensa, especialmente la internacional, sobre todo porque Unión por la Patria es un partido que no elige al peronismo como identidad. Hace varias elecciones que estos disque peronistas no se identifican con el peronismo, ni llevan ese nombre, ni son el ciento por ciento de la expresión política que se identificaría como herederos de Juan Domingo Perón”. 

“Son fuerzas que tampoco están ubicadas en una claridad ideológica, que aprovechan ese porcentaje de votantes que prefieren la continuidad, que después de 20 años significa: empleo público, significa subsidios, significa cierta forma de vida”.

“En ese panorama, los resultados no sorprenden, estaban a la vista. O sea, cada uno tuvo lo que ofreció, en el contexto en el que estábamos. Ahí creo que quizás deberíamos aceptar un poco más la información de calidad, que no tenemos en este sistema”. 

“De hecho, una de las cosas que más me asombra es que hay muchos medios internacionales levantando información de medios que son abiertamente medios de propaganda, que solo subsisten porque dependen directamente del Estado y entonces obviamente tienen una visión del juego electoral muy amañada”. 

Con este termómetro roto formado por parte de estos factores es obvio que no vamos a entender qué pasó y que sea difícil explicar qué pasó. Porque todos tenemos muy poca información, muy cruzada, y el resultado es este asombro que expresamos y que recibimos de todas partes del mundo”.

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