Carlos Fara

Carlos Fara: “El futuro de las campañas empieza a pasar por los smartphones”

La Asociación Argentina de Consultores Políticos (ASACOP), se prepara para su segundo encuentro anual que girará en torno a los “Cambios en las herramientas de la comunicación política”, los días 1 y 2 de diciembre en la ciudad de Córdoba.

Conversamos con el presidente de la organización, Carlos Fara, acerca del desarrollo de las campañas electorales actuales, la utilización de las encuestas y el panorama político en la Argentina.

En estos días se habla de la elección estadounidense que sorprendió tanto a la política como a la mayoría de los consultores, ¿cómo se explica el triunfo de Donald Trump?

En primer lugar, creo que es muy importante el contexto en el cual se da, de fuerte polarización en la opinión pública como pocas veces se había visto en la historia, en donde los sectores extremos de cada uno de los dos partidos crecieron en proporción en los últimos tiempos. Con lo cual se estaba produciendo un fenómeno de vaciamiento del centro. Eso implicaba todo un desafío para los dos candidatos y particularmente el caso de Trump  que jugó a marcar una visión de país, llevó una discusión más clásica que se da en el resto del mundo sobre modelos de país. De alguna manera dejó de lado la clásica discusión de matices entre demócratas y republicanos que habitualmente sucedía en los Estados Unidos.

¿Es hora de utilizar las encuestas más como un insumo de trabajo y menos como una forma de predicción?

La primera cuestión es que hay que ser muy cuidadosos con lo que pasó con las encuestas porque la mayoría decía que iba a ganar Hillary, aproximadamente por tres puntos, y Hillary fue la que más votos sacó. La única que expresó que iba a ganar Trump dijo que iba a ganar por seis puntos y fue la que más se equivocó porque tuvo el error más grande. El tema era en algunos Estados claves como para poder predecir qué iba a suceder en el colegio electoral. Particularmente, la información que venía de otros estados como Wisconsin, Michigan, North Carolina y Pensilvania era que iba a haber un triunfo mayor o menor de Hillary, ahí se jugaban 60 votos en el colegio electoral y obviamente hizo una descompensación.

Me parece que, como viene también sucediendo en México los últimos tiempos, cuando hay candidatos claramente anti establishment se produce el fenómeno del voto oculto, la gente no se anima a decir que va a votar por ese candidato aunque finalmente lo haga.

Además, está claro que el instrumento estaba pensado en momentos de la historia con electorados estables. Ahora los electorados son muy inestables con mucha más dificultad de predicción, con mucho más margen de error para el instrumento.

Creo que hay que afinar trabajo en cuanto a los indicadores que utilizamos para poder describir o proyectar escenarios. Segundo, creo que hay que pensar en combinación de distintas metodologías, de entrevistas clásicas con algunas situaciones de IVR, como para ir viendo distintas alternativas. Y en tercer lugar, se viene una etapa de pensar en articulación y monitoreo de la opinión pública por otros instrumentos fuera de la encuesta, que tiene que ver con ir monitoreando redes sociales y a partir de ahí ir proyectando otro tipo de esquema de análisis.

Aunque tuvo un enorme rechazo de los medios tradicionales, Trump tuvo un protagonismo destacado en las redes sociales. ¿Las nuevas estrategias de comunicación deberían centrarse en este medio?

El crecimiento de las redes ya es un hecho y se calcula que en las próximas elecciones legislativas de 2018 en Estados Unidos el monto de inversión va a equipararse entre medios tradicionales y redes sociales, de manera que la tendencia ya está.

Lo que también nos enseña es que lo que pudo ser válido y exitoso en esta ocasión quizás no lo sea dentro de dos o de cuatro años. Ninguna de las cosas que podemos afirmar hay que darlas válidas de manera permanente. Particularmente en estos casos, está claro que la lógica de la segmentación en una sociedad tan fragmentada con tantos nichos pequeños desde el punto de vista electoral obliga a aceptar cada vez más la comunicación en redes, la inversión publicitaria y, básicamente lo que se dijo en estos días en la reunión de consultores que se hizo en Denver, es que el futuro de las campañas empieza a pasar por los smartphones.

En la Argentina, ¿cómo ve hoy la comunicación gubernamental, tanto en los gobiernos provinciales como a nivel nacional?

Lo más visible a nivel provincial es la provincia de Buenos Aires, en el resto del país muchos están arrancando. Hay 17 gobernadores nuevos con lo cual, en muchos casos, recién se está fijando una línea de comunicación, igual que en los municipios grandes.

Si uno tuviese que poner una mirada la pondría sobre el gobierno nacional. Cuando uno está en el gobierno nacional la lógica es muy diferente porque la escala, la complejidad y los problemas con los cuales se enfrenta y la problemática de la agenda es muy distinta a cuando se está en el Gobierno de la Ciudad. Me parece que hay unas traducciones de escala que no resultaron del todo bien. En general, en las crisis el gobierno no fue muy eficiente, me parece que salió desordenado. Creo que hay problemas en algunas cuestiones estratégicas del gobierno. Es cierto que le está costando adaptarse a la lógica comunicacional del escenario nacional, donde todas las miradas están puestas directamente sobre el Presidente y yo sería más cauteloso sobre el uso de redes a nivel nacional.

En el caso que nombramos recién de Trump en Estados Unidos es sobre el momento de campaña. Cuando uno está en el gobierno los parámetros con los cuales la gente evalúa la comunicación son distintos. Entonces, hay que tener en cuenta que la gente monitorea en función a los estados de hechos y no en función de esta lógica de la conversación. Y los medios masivos tienen un rol en la generación de climas y de construcción de agenda, que no es tan sencillo de evadir o de hacer un by pass para la generación de clima de la opinión pública.

¿Qué desafíos cree que habrá en las campañas electorales del año que viene en el país?

Creo que va a ser un escenario competido, donde lo más importante va a estar en la provincia de Buenos Aires. Si el gobierno gana en la provincia de Buenos Aires cómo le vaya en el resto del país importa menos. Pero si no gana, va a estar seriamente en problemas desde el punto de vista político.

Cristina Kirchner  todavía tiene una imagen considerable como para ser competitiva en el distrito, con un nicho propio, con un voto duro que la vuelve expectante.

El gobierno depende menos del candidato que ponga, salvo que sea Carrió que obviamente pasa a ser otra película. En general, el candidato es el candidato de Macri, básicamente lo que se va a votar va a ser la gestión, en favor o en contra.
Tanto el PJ o el Frente para la Victoria como el gobierno, tienen un problema en común que se llama Sergio Massa porque es el que puede captar el voto decepcionado del gobierno y el del PJ que considera que Cristina ya pasó, ya fue.

Me parece que el gobierno hoy por hoy depende mucho de sí la economía se reactiva, aun suponiendo que vaya a controlar la inflación. Hay que tener en cuenta que cualquier indicador económico objetivo tarda entre tres y cuatro meses en ser captado por la opinión pública y en la medida en que se retrasa esto complica. El otro factor es la predisposición anímica de la sociedad, si una buena parte llega a la elección diciendo “no es que el gobierno esté haciendo las cosas bien pero sería muy riesgoso que pierda la primera elección legislativa”, quizás el gobierno compre tiempo sin que necesariamente sea una reafirmación de la orientación del gobierno. Ahí pudiese ganar pero como dispensa de la sociedad y no tanto porque esté afirmado sus resultados.

Los días 1 y 2 de diciembre se va a llevar adelante el II Encuentro Anual de la ASACOP y se van a analizar los cambios en las herramientas de la Comunicación Política, ¿qué nos puede adelantar?

Va ser un seminario de un día y medio en el que vamos a tomar algunos de estos temas, con dos expositores externos de lujo. Carlos Gervassoni, que  va a estar hablando de la problemática de las encuestas en la actualidad, dónde están fallando y qué alternativas tenemos para medir la opinión pública. Y Mara Destefanis, que es una especialista en Big Data, va a venir a desentrañar qué es todo ese mundo para realizar campañas, para afinar la comunicación e inclusive para relevar qué es lo que la sociedad está pensando. Es autora de una herramienta de análisis en este sentido.

Vamos a tener un panel sobre comunicación de gobierno, otro sobre la conformación de la opinión pública y cerramos con un panel sobre cómo viene la Argentina política 2017. El sentido del evento tiene que ver no solo con dar conceptos teóricos sino que todos los expositores están convocados a exponer casos sobre los cuales ellos hayan trabajado, de manera que puedan estar a la mano con los asistentes para poder relatar sus propias experiencias y no casos en los que no hayan participado por muy atractivos que sean.

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